viernes, 28 de marzo de 2014

Centrales Hidroeléctricas Reversibles y la Mejora de la Integración de Renovables

En ciertos países, existe una opinión generalizada de que el ser humano debe reducir su impacto ambiental sobre el planeta. Entre numerosos aspectos, esto afecta a la forma en la que se genera energía eléctrica, recomendándose un cambio de dirección desde tecnologías que utilizan combustibles no renovables como el carbón, el gas o el fuel-oil, hacia tecnologías con fuentes renovables provenientes del Sol, del viento, del agua,…

Este cambio de dirección trae consigo ciertos retos a los que se debe hacer frente en los sistemas eléctricos de cada país. En Europa, se está decidiendo apostar fuertemente por la tecnología renovable eólica, de la que en 2008 había instalados 66.000 MW y de la que se espera en los próximos 6 años alcanzar los 230.000 MW. Esto supondría un incremento del 348% en 12 años.
Pero la generación eólica es una tecnología renovable no gestionable, lo que implica ciertas incertidumbres de disponibilidad. En pocas horas, la generación total de eólica puede disminuir un porcentaje tal que afecte a la calidad y seguridad del suministro, teniendo que ser, el sistema, suficientemente flexible y estar previamente preparado para reaccionar a tiempo.
Las centrales hidroeléctricas reversibles contribuyen a aumentar la flexibilidad del sistema y a mejorar la integración de tecnologías renovables no gestionables como la eólica. Aquéllas son capaces de almacenar la energía sobrante en el sistema, bombeando agua al embalse superior de la central. Estas situaciones de energía sobrante se pueden dar, por ejemplo, en aquellas horas en las que los aerogeneradores deban estar parados por un exceso de generación en comparación con la prevista. Adicionalmente, las centrales hidroeléctricas con bombeo pueden proteger al sistema generando el déficit de energía eólica entre la prevista y la realmente entregada.
La combinación de generación renovable no gestionable (eólica) y renovable gestionable (hidráulica con bombeo) ha sido implantada en la isla de El Hierro, en las Islas Canarias (España) y pretende ser el mix energético principal del abastecimiento de la demanda de la isla, compuesta por 10.892 habitantes.