Este cambio de dirección trae consigo
ciertos retos a los que se debe hacer frente en los sistemas eléctricos de cada
país. En Europa, se está decidiendo apostar fuertemente por la tecnología
renovable eólica, de la que en 2008 había instalados 66.000 MW y de la que se
espera en los próximos 6 años alcanzar los 230.000 MW. Esto supondría un
incremento del 348% en 12 años.
Pero la generación eólica es una
tecnología renovable no gestionable, lo que implica ciertas incertidumbres de disponibilidad.
En pocas horas, la generación total de eólica puede disminuir un porcentaje tal
que afecte a la calidad y seguridad del suministro, teniendo que ser, el
sistema, suficientemente flexible y estar previamente preparado para reaccionar
a tiempo.
Las centrales hidroeléctricas
reversibles contribuyen a aumentar la flexibilidad del sistema y a mejorar la
integración de tecnologías renovables no gestionables como la eólica. Aquéllas
son capaces de almacenar la energía sobrante en el sistema, bombeando agua al
embalse superior de la central. Estas situaciones de energía sobrante se pueden
dar, por ejemplo, en aquellas horas en las que los aerogeneradores deban estar
parados por un exceso de generación en comparación con la prevista. Adicionalmente,
las centrales hidroeléctricas con bombeo pueden proteger al sistema generando
el déficit de energía eólica entre la prevista y la realmente entregada.
La
combinación de generación renovable no gestionable (eólica) y renovable
gestionable (hidráulica con bombeo) ha sido implantada en la isla de El Hierro,
en las Islas Canarias (España) y pretende ser el mix energético principal del
abastecimiento de la demanda de la isla, compuesta por 10.892 habitantes.